Hola a todos los que me seguís y los que no también. Siento mucho no publicar con tanta frecuencia últimamente, pero es que mi espalda esta dando guerra y me ha tenido retirada de la cocina. No obstante todavía tengo muchas fotos guardadas de recetas que no me ha dado tiempo a publicar, así que intentaré encontrar ratitos para ir publicando trabajos antiguos.
Ya sabéis que ha empezado la Feria del Libro en Madrid y la verdad es, que tenía ganas que Alma de Objetivo Cupcake Perfecto me firmara un ejemplar de su libro de tartas, pero el caso es que con tanta gente ha sido imposible. Es impresionante lo que esta chica ha conseguido en tan solo dos años, la suya es una carrera meteórica. Enhorabuena Alma, y que sigas muchos años dándonos recetas.
Esta receta que vais a ver a continuación la hice el año pasado para recibir a mis sobrinos que vinieron a casa a visitarnos por unas semanas, a parte de ser deliciosos para los críos, también resultaron muy vistosos con las decoraciones.
Las decoraciones están hechas con un molde de silicona y fondant de colores, mi hija me ayudó con la decoración. La repostería decorada es una forma estupenda de pasar tiempo con los chicos.
Hoy no os voy a dar una receta en concreto, sino la idea en sí, ya que podéis usar la receta que a vosotros más os guste para la masa del cupcake. Yo elegí una de chocolate (cacao y mantequilla).
Sólo explicaros que una vez que ponéis la masa en el molde, hay que rellenar la mitad de las 3/4 partes, y a continuación incorporar el chocolate con galleta, después rellenamos con el resto de la masa hasta tapar la porción de chocolate, como veis en la foto.
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| Aquí tenemos la mitad de la masa y hemos incorporado el chocolate con galleta |
Una vez que están fríos ya podemos decorar. Yo les puse una buttercream de limón con muy poco colorante amarillo, porque cuando hacemos cosas para los niños hay que intentar que sea todo lo más natural posible. Otra cosa son las decoraciones que llevan toda la química imaginable, pero que normalmente no se la comen sólo la prueban.
Y como siempre sobra alguno, pues improvisamos un regalito.
